Visitas

Seguidores

martes, 2 de febrero de 2021

Definiendo el amor (Estos días, poesía. IX)

 Ver >>>

Estos días, poesía (I): Boscán


Estos días, poesía (II): Garcilaso


Estos días, poesía (III): Hurtado de Mendoza...


Estos días, poesía (IV): Perdido ... entre la gente


Estos días, poesía (VI): Cervantes


Soneto desde Azulinda (Estos días, poesía, VII)


Mentira disfrazada es la verdad (Estos días, poesía, VIII)


Músicas Siglo de Oro

Sobre la identidad del amor se ha escrito más de lo que se ha sabido responder. Autohipnosis inesperada e incontrolable, chasquido de las hormonas, misterio inescrutable... Quien lo probó lo sabe, pero no sabe definirlo. Como la poesía, es inefable.

Sí conocemos sus efectos, y ya Celestina nombró su rebelión de contrarios, su antagonía de dulzura y amargura, la desazón que provoca en los amantes. Igual oposición dilógica hay en "Diciendo qué cosa es amor" de Manrique.

Esa antitética materialización de los sentidos es la que exponen dos sonetos de dos amadores áureos. Observe el lector que ambos predican, entre sus términos descriptivos, una visión negativa y sufriente del amor, en el que reina el desengaño.

El primero es del sin par Lope de Vega, quien versifica una enumeración de consecuencias amorosas, una retahíla de efectos contrarios y complementarios:

Soneto

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;


no hallar fuera del bien centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;


huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor süave,

olvidar el provecho, amar el daño;


creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.


Semejante estructura hay en el soneto del también sin igual don Francisco de Quevedo:

Soneto:


Es hielo abrasador, es fuego helado, 

es herida que duele y no se siente, 

es un soñado bien, un mal presente, 

es un breve descanso muy cansado.


Es un descuido que nos da cuidado, 

un cobarde con nombre de valiente,

un andar solitario entre la gente,

un amar solamente ser amado.


Es una libertad encarcelada,

que dura hasta el postrero paroxismo; 

enfermedad que crece si es curada.


Éste es el niño Amor, éste es su abismo. 

¡Mirad cuál amistad tendrá con nada

el que en todo es contrario de sí mismo! 



No hay comentarios:

Publicar un comentario