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domingo, 8 de septiembre de 2024

La colina

 

PULSAR PARA VER 

LA COLINA

La deserción (El abrazo amoroso)

 

                            Marcello - Adagio

1.- Por ejemplo: 

Juan y Juana se conocen y conciertan algunos encuentros, de los que surge una pasión y un amor inesperados. Como consecuencia piensan en dar -o no- continuidad a su relación. Juan dice que no quiere más aventuras y que prefiere convivir en vez de simplemente sobrevivir: intentar compartir no solo momentos o días. Es Juana quien se ve absorbida por su devenir y duda, determinando autoritariamente lo que deben hacer, sin preguntar a Juan. Este siente que todas las virtudes que observó en Juana quedan inmediatamente en entredicho y quizá se equivocó: que el deseo de encontrar una persona así -con determinados atributos- le llevó a creer que Juana era así. Que es el soterrado miedo a la soledad -y la consecuente inseguridad- lo que determinó ese autoritarismo ocasional.

2.-  El Carpe Diem no debería significar desentenderse del pasado y el futuro. El pasado es el individuo que nos hizo ser quien somos, y el futuro el que nos aconseja cómo deberíamos o queremos ser.

Por lo tanto: debiéramos aferrarnos a un carpe diem con la voluntad de que no acabe; porque, si no, cualquier momento podría entenderse como la permisividad de que abandonemos a quien nos acompaña en ese yo desertor del presente sucesivo: que lo utilizamos para paliar la falta de raíces temporales y espaciales. Una oculta mentalidad del "aquí te pillo y aquí te mato".


sábado, 7 de septiembre de 2024

RECONSTRUCŢIE Reconstrucción.

RECONSTRUCŢIE  Reconstrucción


En Salamanca, las clases de rumano -no sé si solo aquel año- las impartía un príncipe -así se nos presentó- que llegaba el primer día, desaparecía con nuestros nombres y fotos y volvía a final de curso para repartir las papeletas con el aprobado. Seguramente confiaba mucho en su poder de seducción y creía que bastaba con esas dos clases para que rumaneáramos lo suficiente.
    Me he acordado de esta sabiduría que adquirí por ciencia infusa porque una poeta, profesora y traductora, Elena Liliana Popescu, publicó no hace mucho unos poemas míos traducidos a su idioma. Aquí dejo uno y -como el lector sabrá tanto rumano como yo- su original en castellano:

                                                        Vangelis: La conquista del paraíso

RECONSTRUCŢIE

Eu nu sunt cel ce am fost pentru ca aceste versuri
să-mi răscumpere memoria în această noapte
de gingăşie şi încetineală a sufletului.
Nu există nimic care să-l poată învia 
pe cel ce a îmbrăţişat cândva moartea.
Versurile mele îmi înapoiază un străin
care vrea să mă înlocuiască cu povestea lui 
abandonată într-un ieri de demult.
Ce singurătate locuiesc în aceste vremuri
în care, după ce am trăit, trăiesc un mort
şi creez pe cel ce simte acum, gândeşte
şi scrie această elegie,
sau această odă fără sfârşit.
Ştiu bine că cel ce zvâcneşte
în cuvântul meu este cineva care nu există 
şi pe care numai îl cunosc
în timp ce scriitura făureşte materia.
Eu sunt cel ce renaşte vers după vers,
sub pana rătăcitoare
singur cu visul meu şi cu adevărul lui.
Sunt cel ce doreşte să fie mai mult decât ce-a fost.


Reconstrucción (Identidad)  

Yo no soy el que fui porque estos versos 
rescaten mi memoria en esta noche
de suavidad y lentitud del alma.
Nada hay que resucite
aquello que abrazó la muerte un día.
Mis versos me devuelven a un extraño 
que quiere suplantarme con su historia,
abandonada en el profundo ayer.
Qué soledad habito en ese tiempo
en el que, pues viví, vivo difunto
y voy creando al que ahora siente, piensa
y escribe esta elegía
o esta oda sin fin.
Sé bien que aquel que late
en mi palabra es alguien que no existe
y al que solo conozco
mientras forja materia la escritura.
Yo soy el que renace verso a verso
bajo la pluma errante,
a solas con mi sueño y su verdad.
Soy el que anhelo ser más que el que he sido.
                        Traducción al rumano de Elena Liliana Popescu


viernes, 6 de septiembre de 2024

Madrigal en la noche...

 

Agradezco -con reservas- que mis palabras hayan sido copiadas: demuestra que el copista las sintió y las hizo suyas porque también hablaban de él, de ellos. 

No me importa que hayan utilizado mi poema y mi lectura, como digo. Lo importante es que podían habérmelo pedido en vez de utilizar la irresponsabilidad como coartada: y porque al integrar las imágenes han demostrado -quien o quienes lo hayan perpetrado- la falta de sensibilidad vital y lírica: porque la nueva imaginería roba al poema su carácter de amor otoñal y la melancolía por la pérdida de un mundo que ni siquiera el amor, con su penumbroso o marchito erotismo, salva.



Por las calles desiertas va mi amor.
La acompaña el cadáver de la luna.
Ella no sabe en realidad cuánto la amo.
Y yo tampoco sé cuánto me quiere.
No sabe que en su cuerpo yo no encuentro 
los surcos de la edad, sino las huellas
de todos los que fui y aún quiero ser;
no sabe que la amo como antes,
o quizá más que antes, pues resucito en ella.
En mis dedos perdura el tacto de su piel, 
y en mis ojos su rostro de sonrisa doliente.
Mi cuerpo se estremece al recordar 
el estremecimiento de su cuerpo.
Tal vez a ella le ocurrirá lo mismo.
Sin embargo, no cree mis palabras 
ni yo creo las suyas. Quizá es que ya sabemos 
que, aunque nos abracemos una vez y otra vez,
volverá el desamor inesperado,
la tristeza, el vacío y la desolación
en esta noche inmensa en que el amor no cabe. 
Algo pasa en el mundo que lo hace inhabitable 
para los corazones encendidos
y convierte sus llamas en ceniza.


4-7-21

La carne metafísica y doliente.

Scriabin: Poema del éxtasis

Los primeros pensadores, filósofos, o analistas, tejieron sus teorías sobre el mundo: la existencia era un cúmulo de placeres o sufrimientos, errores y aciertos, caos o cosmos. Tal vez triunfó la visión de quienes entendían que este mundo sería un buen espacio para vivir si se eliminaban los errores. Claro está que los errores se debían a la materia, al cuerpo, rémora de la pureza del alma. Como consecuencia, el cuerpo se convirtió en el enemigo de la felicidad. Con lo cual, se le condenó a purgar su culpa mediante sacrificios y torturas, en tanto que se ensalzaban las excelencias de la muerte como puerta hacia la liberación del alma. 
La historia del pensamiento es, de este modo, una historia de la condenación del cuerpo y, por lo mismo, de la naturaleza corporal. Tuvo que llegar el hedonismo, en su más noble acepción, para que se defendiesen las pulsiones de la carne y su aventura en este pequeño lugar llamado Tierra. 
Es verdad que no solo de materialismo vive el ser humano; ni, tampoco, solamente de espiritualismo. Pero ¿cómo se conciliarán materia y espíritu, cuerpo y alma, si no se satisface el fragor de la pasión para que la razón encuentre su equilibrio? ¿Y cómo se conseguirán una vida y un arte armoniosos sin la armonía de la mente que la vive y lo dicta?


jueves, 5 de septiembre de 2024

SOBRE TU CUERPO ESCRIBO CON MI CUERPO


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SOBRE TU CUERPO ESCRIBO CON MI CUERPO

Antonio Gracia - Leyenda


Leyenda
Abrí un libro buscando en él el rostro 
de la existencia y la sabiduría, 
y hallé solo fragmentos de verdades 
que desmentían otros nuevos libros.
Miré el cielo: y no encontré la tierra; 
no hay tras este infierno un paraíso, 
ni la divinidad es un consuelo.
Busqué cómo librarme del dolor 
y hallé que todo canto es elegía 
y toda consecuencia es una causa
que conduce a causales consecuencias.
La muerte es un volcán inextinguible.
¿Cuánta vida me queda? No lo sé. 
¿Quiero acaso seguir viviendo? No 
lo sé. 
Es delito vivir, puesto que 
se paga con la muerte. ¿Hay otra vida? 
Solamente la quiero si tú estás 
en ella como en esta: junto a mí.