Visitas

Seguidores

jueves, 31 de diciembre de 2020

Feliz Próximo MIlenio


FELIZ AÑO NUEVO


A los poetas y demás soñadores de que el mundo es mejor porque el arte dignifica la existencia:

¡Feliz Próximo Siglo, al menos para vuestra poesía, música, pintura...!

A quienes leen, oyen, contemplan... y cultivan el arte de vivir con nobleza:

¡Feliz Año!
¡Feliz Vida!
¡Feliz Siglo! 





miércoles, 30 de diciembre de 2020

Billanziko fantasmático

 Rimski: El vuelo del moscardón


Érase una gaviotilla

Que se volvió pajarraca,

Y volando se subióse 

A un coche que -raca, raca-

A Alikante se llegóse.

Matusalén la besaba

Porque mucho la queriaba,

Pero ella se escaqueaba.

Hizo bien, porque encontróse

Con la alicantinería,

Que ha mucho no la veía.

Y después de pasear

Toda su fermosería

Por la explanada bravía,

Se le vino a enamorar 

Un mozo rico y lustroso,

Macareno y muy fogoso.

En enero se casóse.

Fueron, así, felicísimos,

Porque sus tres hijosísimos 

Se sintieron alegrísimos

Al ver que su azula mater

Les regalaba un buen pater.

Y colorín colorao

La gaviotilla ha volao.

(Joseico er de belén)

Auto de los Reyes Magos





domingo, 27 de diciembre de 2020

Inocentes



Milhaud: La creación del mundo

Paseaba un inocente por el mundo 
y dijo un ciudadano de la vida:
fuera de aquí que aquí no cabe
la honradez.

sábado, 26 de diciembre de 2020

¡Qué noche más buena!

 


Baltasar del Alcázar: Cena jocosa


En Jaén, donde resido,
vive don Lope de Sosa,
y diréte, Inés, la cosa
más brava d'él que has oído.

Tenía este caballero
un criado portugués...
Pero cenemos, Inés,
si te parece, primero.

La mesa tenemos puesta;
lo que se ha de cenar, junto;
las tazas y el vino, a punto;
falta comenzar la fiesta.

Rebana pan. Bueno está.
La ensaladilla es del cielo;
y el salpicón, con su ajuelo,
¿no miras qué tufo da?

Comienza el vinillo nuevo
y échale la bendición:
yo tengo por devoción
de santiguar lo que bebo.

Franco fue, Inés, ese toque;
pero arrójame la bota;
vale un florín cada gota
d'este vinillo aloque.

¿De qué taberna se trajo?
Mas ya: de la del cantillo;
diez y seis vale el cuartillo;
no tiene vino más bajo.

Por Nuestro Señor, que es mina
la taberna de Alcocer:
grande consuelo es tener
la taberna por vecina.

Si es o no invención moderna,
vive Dios que no lo sé,
pero delicada fue
la invención de la taberna.

Porque allí llego sediento,
pido vino de lo nuevo,
mídenlo, dánmelo, bebo,
págolo y voyme contento.

Esto, Inés, ello se alaba;
no es menester alaballo;
sola una falta le hallo:
que con la priesa se acaba.

La ensalada y salpicón
hizo fin; ¿qué viene ahora?
La morcilla. ¡Oh, gran señora,
digna de veneración!

¡Qué oronda viene y qué bella!
¡Qué través y enjundias tiene!
Paréceme, Inés, que viene
para que demos en ella.

Pues, ¡sus!, encójase y entre,
que es algo estrecho el camino.
No eches agua, Inés, al vino,
no se escandalice el vientre.

Echa de lo trasaniejo,
porque con más gusto comas;
Dios te salve, que así tomas,
como sabia, mi consejo.

Mas di: ¿no adoras y precias
la morcilla ilustre y rica?
¡Cómo la traidora pica!
Tal debe tener especias.

¡Qué llena está de piñones!
Morcilla de cortesanos,
y asada por esas manos
hechas a cebar lechones.

¡Vive Dios, que se podía
poner al lado del Rey
puerco, Inés, a toda ley,
que hinche tripa vacía!

El corazón me revienta
de placer. No sé de ti
cómo te va. Yo, por mí,
sospecho que estás contenta.

Alegre estoy, vive Dios.
Mas oye un punto sutil:
¿No pusiste allí un candil?
¿Cómo remanecen dos?

Pero son preguntas viles;
ya sé lo que puede ser:
con este negro beber
se acrecientan los candiles.

Probemos lo del pichel.
¡Alto licor celestial!
No es el aloquillo tal,
ni tiene que ver con él.

¡Qué suavidad! ¡Qué clareza!
¡Qué rancio gusto y olor!
¡Qué paladar! ¡Qué color,
todo con tanta fineza!

Mas el queso sale a plaza,
la moradilla va entrando,
y ambos vienen preguntando
por el pichel y la taza.

Prueba el queso, que es extremo:
el de Pinto no le iguala;
pues la aceituna no es mala;
bien puede bogar su remo.

Pues haz, Inés, lo que sueles:
daca de la bota llena
seis tragos. Hecha es la cena;
levántense los manteles.

Ya que, Inés, hemos cenado
tan bien y con tanto gusto,
parece que será justo
volver al cuento pasado.

Pues sabrás, Inés hermana,
que el portugués cayó enfermo...
Las once dan; yo me duermo;
quédese para mañana.

jueves, 24 de diciembre de 2020

Brindis

 



Brindis


En la copa de tus labios

quiero beberme tu espíritu;

quién pudiera ser el vaso

en que te bebas el mío.


Canción para dormir el alma

 

Brahms: Canción de cuna


Cuando dejan de amarnos, de repente 

cumplimos muchos años, por la misma 

razón que, cuando amamos, se nos llena

el corazón de juvenilidad.


miércoles, 23 de diciembre de 2020

La fuente de los contagios

 


La mayor fuente de contagio -además de los irresponsables- es la creencia de que aquellos en quienes confiamos llevan tanto cuidado como nosotros.

Quiérelos, pero a dos metros hoy si deseas seguir queriéndolos -y abrazándolos- mañana. 



Cuando pase la pandemia...

 

Listz: Liebestraum

(Haikusón villanciqueño)


Porque no te puedo ver

dices que ya no me quieres.

¡Tampoco yo puedo verte

y es más grande mi querer!


Hay amores que se crecen

con la dulce compañía,

y amores que se agigantan

con la ausencia día a día.


Dices que ya no me quieres

porque no te puedo ver.

Es más grande mi querer

que tu ausencia y mi distancia,

y hará que tu desamor

-en cuantico que te vea-,

a mordiscos y achuchones,

pronto el más grande amor sea.


¿Porque no te puedo ver

dices que ya no me quieres?

¡Cómo te voy a arrancar 

los labios cuando te vea!


martes, 22 de diciembre de 2020

¡Qué harían los demás sin ti!

 

(fragmento final)


Dejémonos de superficialidades: a pesar del sentimentalismo, el navideñismo y los cleptómanos de la felicidad, esta fábula es un verdadero milagro que despierta de la melancolía depresiva que los malos cristianismos de toda especie, con su peste negra del alma, han predicado y sembrado en el inconsciente colectivo: afirma el verdadero sursum corda que necesita el hombre para reinventar el mundo. El anagrama de la solidaridad.
Afirmación en lo cotidiano de los "Horizontes perdidos" que Capra ya había filmado.


domingo, 20 de diciembre de 2020

Serenata común



Serenata común


Esta mañana, haciendo 

cosas intrascendentes

para olvidar que te amo y no me amas,

has llegado hasta mí como una música

lejana; y todo se ha desordenado

hasta trastabillar mi corazón,

incapaz de ordenar mi mundo enfebrecido.

La taza y el café han volado lejos,

derramando su tinta sobre el libro; el poema

que escribía me ha parecido solo

un garabato lírico... He tenido que huir

y cobijarme bajo un árbol lánguido,

a esperar que la lluvia, al cesar, 

mitigase el fulgor con el canto de un pájaro

que, posado en sus ramas, compusiera

un madrigal silbante con las notas de mi alma.

Pero ni árbol ni pájaro ni libro

ni versos han podido enajenarme

la imagen que tu amor, como un tatuaje,

grabó en mí para siempre.





Galdós: El abuelo


El abuelo

sábado, 19 de diciembre de 2020

viernes, 18 de diciembre de 2020

Llegada al paraíso.

 


Millais: Ofelia



Si muero antes de despertar (Monólogo interior)

En la noche serena contemplo el infinito
Detrás de las estrellas tal vez haya un edén
Si pudiera volar convertido en un pájaro
Decidme que la noche desemboca en la luz
Mi corazón asciende por la noche infinita
Detrás de las estrellas tal vez haya un edén
Sonrisas de diamante parecen las estrellas
Dentro de mí una escala me invita al paraíso
Decidme que la noche desemboca en la luz
Contemplo los abismos lejanos y profundos
El mundo tiene forma de un ataúd errante
La tristeza es un pájaro que vuela en las entrañas
Quién besara los ojos de la melancolía
El amor es la magia que nos convierte en dioses
Los besos son la huella de la resurrección
Detrás de las estrellas se columpian los sueños
La soledad desvela al hombre cosmogónico
Decidme que la noche desemboca en la luz
Manantiales de dicha diluvia el firmamento
No existe la tristeza para quien sueña y ama
El amor es la magia que disuelve el dolor
En la noche serena se columpian los sueños
Mi corazón asciende convertido en un pájaro
Diamantes y sonrisas en la noche serena
La soledad descubre la mística armonía

Decidme que la noche desemboca en la luz
La lluvia clama ocasos en los que dibujarse
La sonrisa es un rostro que oculta el de la muerte
Los besos son la huella de la resurrección
Jamás tendré tus besos oh dama inresurrecta
Arcoíris y lluvias derraman utopías
Decidme que la noche es un canto a la luz