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sábado, 30 de septiembre de 2023

Si muero antes de despertar - Llegada al paraíso


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Si muero antes de despertar (Monólogo interior)

En la noche serena contemplo el infinito
Detrás de las estrellas tal vez haya un edén
Si pudiera volar convertido en un pájaro
Decidme que la noche desemboca en la luz
Mi corazón asciende por la noche infinita
Detrás de las estrellas tal vez haya un edén
Sonrisas de diamante parecen las estrellas
Dentro de mí una escala me invita al paraíso
Decidme que la noche desemboca en la luz
Contemplo los abismos lejanos y profundos
El mundo tiene forma de un ataúd errante
La tristeza es un pájaro que vuela en las entrañas
Quién besara los ojos de la melancolía
El amor es la magia que nos convierte en dioses
Los besos son la huella de la resurrección
Detrás de las estrellas se columpian los sueños
La soledad desvela al hombre cosmogónico
Decidme que la noche desemboca en la luz
Manantiales de dicha diluvia el firmamento
No existe la tristeza para quien sueña y ama
El amor es la magia que disuelve el dolor
En la noche serena se columpian los sueños
Mi corazón asciende convertido en un pájaro
Diamantes y sonrisas en la noche serena
La soledad descubre la mística armonía
Decidme que la noche desemboca en la luz
La lluvia clama ocasos en los que dibujarse
La sonrisa es un rostro que oculta el de la muerte
Los besos son la huella de la resurrección
Jamás tendré tus besos oh dama inresurrecta
Arcoíris y lluvias derraman utopías
Decidme que la noche es un canto a la luz

 
Hace años escribía yo desenfrenadamente, sin poder atajar el turbión síquico que pugnaba por salir para liberarme de su tortura. Cuando me decidí a publicar, no podía corregir aquel desenfrenado río que brotaba sin buscarlo y que me ahogaba tanto si permanecía en mis sentinas como si se volcaba sobre el folio.
Retirado de la escritura durante 15 años, intenté ordenar mi mente, que zozobraba igual en la prosa de los días que en el verso de la pluma, puesto que ninguna distinción había entre unos y otra.
Finalmente, la palabra volvió de su afasia y su naufragio, y empezó a ordenar una vez más mi vida. Sin embargo, ya podía yo detener el torrente verbal y reescribir mientras iba escribiendo, aunque cierto es que jamás he logrado, ni pensado, pergeñar mentalmente un escrito, y sigue siendo cierto que "cuando escribo la primera palabra no sé cuál va a ser la siguiente". 
Este poema es buena muestra de ambas actitudes: escrito hace unos días, y apenas corregido, yo recibía los versos como telegramas mentales, adosándose unos a otros en forma de teselas; lejanamente entreveía ciegamente que ese telegrafismo se encaminaba hacia la formación de un friso: y, como si un pintor trazase líneas paralelas y de pronto tomara fragmentos de las anteriores para pintar las posteriores, se me imponían segmentos de versos ya escritos buscando prolongarse como variaciones mientras aparecían otros nuevos, semejante al inicio de una pequeña fuga que podía mantener tanto tiempo como quisiera, pero que detuve porque prefería la insinuación de un texto breve a la construcción de un poema de 300 ó 400 versos. Creo que en Palimpsesto hay un ejemplo final de esta estructura, aquí solo iniciada.
Lo que yo haya querido decirme en estos versos aún no lo sé bien: porque el laberinto síquico ordena sus pasillos y sus túneles y las más de las veces solo sabemos que estamos en el camino, no cómo hemos entrado ni hacia dónde vamos ni por qué estamos caminando. En este mismo instante yo sigo escribiendo esta nota a marchas forzadas -el reloj del blog ya ha debido publicarlo- porque algo me fuerza a explicarme, y al mismo tiempo deseo no hacerlo; pero me digo "¡Qué más da!". Tal vez sea el dibujo de un tránsito. Desde luego no pensaba en Ofelia: la imagen la he buscado después, como suelo hacer. Más que Ofelia, quizá sea el latido de todas las onirias.
Seguramente a nadie le importe ni el texto ni esta nota. A mí sigue importándome saber quién soy. De ahí tanta tentativa.

2 comentarios:

  1. Nada mejor que dejarse llevar por ese, "afán de soltar" lo que tiene, a mi parecer, vida propia.
    Las notas a la entrada aportan claridad a este oficio o fuerza que nos impele a escribir. 
    El audiopoema tanto si ha recibido corrección o no, me parece exquisito.
    Es posible que el amor, en mi opinión, sea la energía más constructiva del universo.

    Una admiradora de su trabajo.

    Yolanda

    Responder

viernes, 29 de septiembre de 2023

Crepúsculo sin alba

 Crepúsculo sin alba 

Una elegía hímnica (para Welista)

Berlioz: S Fantástica (leitmotiv)


1

He visto los paisajes de la historia.
He aprendido también de cuantos hombres
aprendieron para enseñar el mundo.
Quise elevarme al cielo construyendo aporías 
y silogismos sabios, nubes 
que ascendiesen mis sueños hasta la inmensidad.
Jamás me detuvieron los fracasos,
ni la limitación del pensamiento, 
ni la palabra imposibilidad.
Aquí estoy empuñando mi vida y seguiré
trazando vuelos y trepando estrellas
hasta que el firmamento abra sus puertas 
o me convierta en ícaro suicida.

2 

He recorrido páginas y vidas.
Recuerdo aquel instante en el que a Robinson 
se le agota la tinta y ya no puede 
dejar diaria constancia de su sola 
soledad; a su triste 
naufragio se le une 
la muerte de su pluma; y aquel hombre
surgido de las aguas busca en tierra 
su corazón hundido en los anhelos.
Piensa entonces: 
ya no me queda nada que escribir, 
ya no me queda nada que vivir, 
ya no me queda nada que morir. 

3

Poco después sentí:
¿por qué no vivir yo para que vivan otros?


jueves, 28 de septiembre de 2023

Canon



Un cuadro como La Gioconda es un paradigma de precisión emotiva y ciencia expresiva, de victoria sobre el conflicto entre impresión encontrada y expresión formulada, entre poesía y filosofía. Ese rostro de Leonardo es todo un postulado sobre la emoción pura, una ecuación lírica, una matemática sentimental: un cúmulo de experiencia de vida y experiencia pictórica, que nada valen si no van unidas. El ojo no frena su espontaneidad al percibir la densidad de su humanismo, la sabiduría se ha hecho en esa pintura un mecanismo perfecto de sincronización entre sentimiento y pensamiento, emisión y recepción. 
    ¿Y la Improvisación 35 de Kandinsky? Una estampida intimista de los diablos y luzbeles de la mente, una orgía de místicos infiernos, un vendaval de cánones en fuga y en busca de otro canon. Así el hombre sincrónico, sin premeditación interesada, salva de la vorágine del tiempo las obras que testimonian su verdadera identidad de cosa irracional inteligente o, dicho con eufemismo, animal racional. 

martes, 26 de septiembre de 2023

La estrategia amorosa

 


Borodin: Nocturno

En la vida todos somos combatientes deseosos de vencer. Pero en el amor no hay mejor estrategia que rendirse.


La aceptación

Mendellshon: Canciones sin palabras


Concienciación 



Constante o contumaz, el hombre quiere

ser como el mar, el viento y las montañas:

cumplir más años que la eternidad.

¿Por qué no ser como un delirio errante,

un bucle intemporal 

y semejante a un dios?

Pienso en aquellos hombres primigenios

sorprendidos al ver que sus hermanos

de tribu no se alzaban, no podían

regresar a la caza del bisonte,

o recoger el fruto de la tierra,

sino que iban tomando al corromperse 

la forma de la muerte.

Y me obligo a aceptar que soy también

solo un fiero mortal.

Vuela el pájaro igual que si una ola 

desgajada del mar se alzase al cielo

convertida en estrella aleteante.

Aceptar que no somos sino un tránsito

frente al sueño de la inmortalidad

es todo cuanto dignifica 

al hombre.





domingo, 24 de septiembre de 2023

Dejad que los vates se alejen de mí...

 

Meyerber: Danza de los patinadores 

La historia de los hombres es la historia de un hombre
que empieza a recordar cuanto vivió.
Su memoria le inventa la vida que no tuvo
y él inventa recuerdos para la Humanidad.
Desconoce su origen e ignora su destino.
Solo tiene conciencia de esos dos horizontes.
Sabe que en el pasado yace una tumba errante
y el futuro es también un cadáver de sueños.
Como arma solo empuña su ansiosa voluntad
de imponerse al demiurgo que siempre lo venció:
es solamente un hombre vencido por los dioses.
Quisiera no morir, domeñar el camino
de la fatalidad, crear un mundo nuevo
para que quienes vengan sonrían siempremente. 
Pero de su aventura, tantas veces vivida, 
una cosa ha aprendido, tenaz e indescartable:
que la muerte es el fin que hay en todo principio.


sábado, 23 de septiembre de 2023

EN EL AULA DEL CINE.

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EN EL AULA DEL CINE



Verklärte Nacht (Miguel Ruiz Martínez)

Miguel Ruiz Martínez lee En nombre de la luz
 

Verklärte Nacht



Abro el libro en la noche

mientras la nieve siembra su blancura

sobre la oscuridad del yermo.

Dos leños dan calor

a la estancia afligida.

El manuscrito dicta su experiencia

de siglos en mis ojos

y comprendo a los hombres, funerales

soñadores del tiempo.


Golpea el alba las vidrieras. Paso

una hoja miniada

y fluyen, de repente, los inviernos

en ella, y el verano;

y otra página trae la primavera

y me deja en mitad de un largo otoño.

Metáforas y enigmas

me asedian con su errante

ubicuidad inmóvil.


Ha pasado el futuro.


El fuego ya es pavesa, el candelabro

mantiene su fulgor, mis ojos miran

el espejo que siempre me repite

en su cripta inmortal.

Mi mano se desliza por la piel

de las hojas, y asoman los milenios

como errantes corceles desbocados

por la caligrafía fervorosa.

Estoy en cada instante, en la espesura

de la historia, en la flor, en la montaña

y el mar; yo soy todos los hombres

sentados ante un libro

y armados con la pluma.

         Lega el verbo

en mí su transparencia.


Prosigue el vendaval, cuaja en la estancia

el frío de los astros, el glaciar

de la noche.


Como si el alma fuera a eternizarse,

estalla el codicilo

y el espejo repite el universo.




Hitchcock: Posada Jamaica

 


viernes, 22 de septiembre de 2023

La auténtica enseñanza




Si el ser humano es la única criatura capaz de sacar conclusiones, parece claro que el fin de esa facultad es acumular premisas, desarrollarlas, comprender, explicar. 
    ¿Existe una más noble actividad del hombre que la de aprender para enseñar, heredar la sabiduría de los siglos y legarla corregida y aumentada? 
    Sin embargo, no obliguemos a aprender: obliguémonos a enseñar; enseñar a tener hambre de conocimientos, y a saciarla. 
    Se aprende por amor al aprendizaje, como hacen las “Muchachas ante el piano” y “La lectora”, de Renoir. 
    La auténtica enseñanza consiste en educar el corazón con el cerebro para que satisfaga con prudencia cuanto le pertenece; lo demás son gentiles sutilezas y pobres abalorios de la sociedad convencional. 
    No hay otra solidaridad como esa, puesto que el conocimiento es la mejor ayuda que poseemos y podemos dar. 
    La Naturaleza nos da la vida; pero la educación nos enseña a vivir. 

jueves, 21 de septiembre de 2023

Eternidad de la arcilla.

  

                              Eternidad de la arcilla

Eternidad de la arcilla

Cuanto más pasa el tiempo más el tiempo devasta

el cuerpo de mi amada, y su belleza
ya no es la de la rosa; sin embargo,
cada vez que la abrazo y el amor que sentimos 
nos lleva al esplendor de la lujuria
su cuerpo resplandece igual que el de una estrella;
y los dos, convertidos en fieras armoniosas,
volvemos a ser rostros de un cósmico fulgor
que atruena nuestra carne: el infinito, entonces,
no tiene más edad que la de un beso:
y ninguna belleza iguala a esa hermosura. 

 Ligeti: Lux aeterna