Crepúsculo sin alba
Una elegía hímnica (para Welista)
Berlioz: S Fantástica (leitmotiv)
1
He aprendido también de cuantos hombres
aprendieron para enseñar el mundo.
Quise elevarme al cielo construyendo aporías
y silogismos sabios, nubes
que ascendiesen mis sueños hasta la inmensidad.
Jamás me detuvieron los fracasos,
ni la limitación del pensamiento,
ni la palabra imposibilidad.
Aquí estoy empuñando mi vida y seguiré
trazando vuelos y trepando estrellas
ni la palabra imposibilidad.
Aquí estoy empuñando mi vida y seguiré
trazando vuelos y trepando estrellas
hasta que el firmamento abra sus puertas
o me convierta en ícaro suicida.
o me convierta en ícaro suicida.
2
He recorrido páginas y vidas.
Recuerdo aquel instante en el que a Robinson
se le agota la tinta y ya no puede
dejar diaria constancia de su sola
soledad; a su triste
naufragio se le une
la muerte de su pluma; y aquel hombre
surgido de las aguas busca en tierra
su corazón hundido en los anhelos.
Piensa entonces:
ya no me queda nada que escribir, Recuerdo aquel instante en el que a Robinson
se le agota la tinta y ya no puede
dejar diaria constancia de su sola
soledad; a su triste
naufragio se le une
la muerte de su pluma; y aquel hombre
surgido de las aguas busca en tierra
su corazón hundido en los anhelos.
Piensa entonces:
ya no me queda nada que vivir,
ya no me queda nada que morir.
3
Poco después sentí:
¿por qué no vivir yo para que vivan otros?
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