Mendellshon: Canciones sin palabras
Concienciación
Constante o contumaz, el hombre quiere
ser como el mar, el viento y las montañas:
cumplir más años que la eternidad.
¿Por qué no ser como un delirio errante,
un bucle intemporal
y semejante a un dios?
Pienso en aquellos hombres primigenios
sorprendidos al ver que sus hermanos
de tribu no se alzaban, no podían
regresar a la caza del bisonte,
o recoger el fruto de la tierra,
sino que iban tomando al corromperse
la forma de la muerte.
Y me obligo a aceptar que soy también
solo un fiero mortal.
Vuela el pájaro igual que si una ola
desgajada del mar se alzase al cielo
convertida en estrella aleteante.
Aceptar que no somos sino un tránsito
frente al sueño de la inmortalidad
es todo cuanto dignifica
al hombre.
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