Anotación
Estoy pintando en Perefort…Hay días que
no tengo los 0`65 para el tranvía…
Todo lo que no está dentro del cuadro
no existe.
Es la naturaleza un espejismo
-un paisaje, un bosquejo, un bodegón-
que solo cuando pinto se convierte
en plena realidad.
Mi paisaje es tan poco provinciano
como son los de Arlés o Saint-Victoire.
He visto el fuego al ver
el rostro de Van Gogh, he contemplado
la luz al contemplar a Rembrand y
siento la libertad si miro
a Delacroix, igual que abrazo
la cotidianidad si observo a Goya.
¿Pintar enigmas o diafanidades?
¿Hablar consigo mismo o con el hombre?
¿Tradición estancada o progresiva?
¿Cómo olvidarme del menesteroso?
¿Somos como una antena que al nacer
percibe la señal de la conciencia
y al morir la perdemos para siempre?
Esbozo efigies, ilumino lienzos,
siembro luz en la imagen, creo mundos.
El pincel es el dios de la existencia.
Y solo existe lo que componemos,
escribimos pintamos:
Solo existe lo que hay dentro del cuadro.
Magnífic.
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