Varela. Peñón. 1932
Los cíclopes de Ifach
...el arte es precisión... no conceptual, no abstracta...
sino emocional...
Tras la roca se oculta la gris mitología
de un Sísifo invisible que solivianta nubes
mientras el mar, labriego
de la playa devota del silencio,
transparenta de azules su armonía
igual que un corindón o un iceberg
surgido y transformado en arrecife
de oro: un pez de fábula varado
entre los arreboles de la arena.
Con qué cincel de magia el escultor
de líneas y colores ha escoplado
su estatua de rocosa arquitectura
y ha erigido en el plácido horizonte
su altar iridiscente, hacha de sílex
o fragua de Vulcano.
Árbol desarbolado que enarbola
su tronco, que el sol blande y cauteriza,
con su astada silueta hiende el cielo
-lápida de la tarde, flor de océano-
defendiendo su trágica quietud,
su sosiego invisible.
Ha pasado mucho tiempo. Cuando era niño, vivía en el Pantano del Amadorio, en Villajoyosa. Cada verano los niños del pantano hacíamos la excursión a Calpe, después de coger la almendra. La vista del peñón, impresionante quedó grabada para siempre en mi recuerdo. Ahora al leer la poesia de Antonio, me identifico mucho más con esa memoria. Un abrazo fuerte.
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