El desaliento
…no sé pintar ya, ni sabré pintar nunca…
mi vida no tiene razón de ser en este mundo…
(Emilio Varela)
Torrentes de errabundas soledades
desembocando en ensimismamientos
y amarga introspección me conducían
a odiar la vida y querenciar pinturas
para que mi existencia perdurase
en un arte inmortal. Pero fié
más en el juicio ajeno que en el mío
y la desolación me poseyó.
Quería honrar el mar, aunque mi muerte
fue una caricatura, como un salto
a un charco diminuto. También Schumann
se arrojó al Rhin y fue salvado por
unos barqueros que desconocían
que vivir es a veces un infierno.
Ellos no comprendían, no veían
mis íntimos dibujos, mi retrato,
no escuchaban mi música interior:
Me llaman los suicidas del pasado,
la leyenda del sueño inconseguible:
el creador que no crea es un cadáver;
quiero que el mar posea mi destino.
Lego al mar mi fracaso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario