(Gracias, aunque desees que oculte tu nombre)
Corazón estelar
Casi tres mil millones de latidos
sumará mi existencia cuando muera,
y en cada uno sonará tu nombre
igual que el primer día.
Por encima del vendaval del ruido
mi corazón salmodiará hasta el tuyo
el himno que compone con su amor.
Y a pesar de las gárgolas y olvidos
sigue la luz brotando en nuestros ojos.
No hay suficiente muerte en la ciudad
para matar la vida que nos damos
el uno al otro en este alejamiento
donde sobrevivimos a las ruinas
de la mente, la herrumbre de la carne
y el estupro de la conciencia. Y cuando
el cielo estalle roto en mil pedazos,
sus escombros no ocultarán el beso
que permanece en nuestros corazones
desde el origen de la eternidad.
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