Schubert: Serenata
Para no arrepentirnos mañana debemos preguntarnos hoy: "¿Qué espero de la vida?". Es preciso saber qué queremos y qué estamos dispuestos a hacer para conseguirlo.
Vivir no es un regalo sino un esfuerzo que nuestros padres hacen por nosotros, nosotros por nosotros mismos y nosotros por nuestros hijos. Y todos por todos los demás.
Las cosas están "ahí", esparcidas en la Naturaleza, en la sociedad y en nuestro propio ser; no son lluvia que nos cae, sino manantial cuya agua es preciso recoger para vivir presentes y sembrar futuros. Quien solo tiene la lluvia como hontanar suele morir de sed; hay que trabajar el río y convertirlo -con esfuerzo y constancia- en fuente de nuestro jardín.
Si A y B quieren vivir dichosos tendrán que aprender a cogerse de la mano en vez de a darse puñetazos, a sortear las piedras del camino que hay en ese lugar llamado vida, a cosechar las cosas que los unen, a evitar las que los separan, a comprender, tolerar, perdonar, compartir...
Porque solo el que ofrece encuentra quien le ofrezca.
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