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martes, 6 de octubre de 2015

La mirada de Fausto

Liszt: Sinfonía Fausto (coro final)

La mirada de Fausto

¿Qué no diera por ti, si hubiera dado,

cuando era joven, todos mis futuros?
¿Cómo no preferir la vida y la belleza
a cualquier otra cosa de este mundo?
El fuego y la ceniza del infierno
no son tan infernales 
como saberse preso de la mortalidad.
Y no hay mayor condena que morir
después de haber gozado la existencia.
Tú eres la vida, yo el conocimiento
de que sin ella nada vale nada.
Envejecer, trepar hasta la muerte
mientras el manantial del existir
florece en otras vidas: qué congoja
no poder abrazar tanto fulgor
clamando en otra carne, despedirse
de la luz cuando el claro día brota
como un animal nuevo y la naturaleza
se devora a sí misma, lujuriosa.
Qué muerte, recordar que hemos vivido
y que es irrepetible la existencia.