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jueves, 16 de junio de 2016

El sueño de la pluma




El sueño de la pluma

A veces, en la noche, cuando todo se duerme,
yo permanezco insomne buscando en mis entrañas 
la conciencia anhelante de un origen sin fin;
oteo el firmamento y escucho su rumor.
Las estrellas son luces rupestres en el cielo
y su caverna constelada brilla
como un lago sereno fruncido de diamantes. 
Entonces siento el gozo de una lluvia interior
que me libera el alma de todo sufrimiento
y aproxima mis ojos a la clarividencia. 
Siento que ese diluvio de olvidos y deleites 
me revela que estoy hecho de estrellas, 
de sílices y pájaros, y saurios ancestrales, 
que el espacio y el tiempo son solamente una 
constelación perenne renaciendo en mi ser 
y soy el magma fósil de la inmortalidad. 
Sortilegio o relámpago, estalla el infinito 
en una íntima hoguera.
                                           Y en medio de la noche, 
como un viaje dormido desde el fin al origen,
se funde el universo en una gota
de luz impenetrable que fluye hasta mi pluma.
Y solo existe cuanto dejo escrito.