1- Conecto la TV y aparece un canal que emite Espartaco. Es una gran película. Ahora, de repente y aislada, estalla una frase que otras veces habré oído como de una película y que ahora suena con más potencia expresiva por su inesperada y oportuna contundencia.
2- Un personaje dice: "Si un criminal posee lo que necesitas, ¿por qué no pactar con él?". Lo entiendo como aprovechar lo bueno del malo. Apago el televisor. Y me quedo sintiendo su oportuna verdad. Pienso en los políticos y sus políticas. Su misión es hallar las verdades necesarias para una gobernabilidad responsablemente práctica. Pactar: porque gobernar es proponer proyectos nobles no egoístas para que el pueblo -no solo el político- sea el beneficiario. Eso: pactar con todos porque un pacto también es una forma abreviada de opinar en las urnas -otras urnas restringidas y avaladas por la mayoría-: un mal político también tiene buenos proyectos aunque sus intenciones sean egoístas. Pactar para mejorar el proyecto del presente hacia el futuro...
3- Lo malo es que el ciudadano ya observa que todos los congresistas parecen haber asumido la identidad mental de "criminal": que el chovinismo sicológico ha invadido y conquistado el Congreso. Pero la democracia también admite el error de pensamiento (incluso el de acción).
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