¡Maldito aquel que miente cuando escribe!
Ahora que hace muchos años ya
que dejé de escribir, y que abomino
de mi propia escritura, me pregunto
qué temas serán dignos de un poema
sabio e imprescindible para el hombre.
En verdad que escribir es cosa fácil
cuando nada se tiene que decir.
Y en verdad que quien calla es porque sabe
que ya se ha escrito todo lo que importa.
Pero la pluma, ese demiurgo vivo
mientras la vida fluye hacia la muerte,
sigue dictando esencias que la efigien
como rostro del hombre universal
y propio.
Así descubre
que
pocas cosas nos atan a la vida:
los padres y los hijos, a quienes nos debemos;
el afán de entender por qué morimos;
las artes y el amor, que nos consuelan;
el placer de pasear por un bosque de libros
buscando aquella frase cuya página
nos niega la memoria...
y la necesidad de dejar este mundo
mejor que lo encontramos.
¿Acaso lo demás no es literatura?
Pobre Pessoa, menuda maldición le ha caído. A él y a todos los escritores que hicieron literatura de lo que imaginaban y no de lo que vivían.
ResponderEliminar"El poeta es un fingidor" que solo finge verdades en cuanto que "estamos hechos de la misma materia que los sueños" y que "el mundo es un teatro", pero no es un hipócrita. Y aquel que lo es, maldito sea.
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