Sancho
¡Oh humilde entre los soberbios y arrogante con los humildes,
acometedor de peligros…imitador de los buenos, azote de los
malos, enemigo de los ruines, en fin, caballero andante, que es todo
lo que decir se puede! I, 52
Soñé gigantes y encontré molinos,
pues gigantescas fueron mis codicias
y más gigánteas mis humillaciones.
Villano yo nací y anhelé ser
gobernador de ínsulas.
Un día
supe por mi señor que amar al otro
y luchar por los otros es más digno
que atesorar para sí mismo bienes,
coronas y laureles. Y me supe
más rucio que mi rucio, al que Dios guarde.
Fue mi mayor riqueza ser amigo
del hombre más amigo de los hombres,
tanto que pareció a los hombres necio
el que fuera prodigio de cordura:
que no hay más cuerda hazaña que ser bueno
en un mundo regido por maldades.
Y si nacer pudiera nuevamente,
caballero sería yo a su lado,
defendiendo a los débiles, buscando
justicia para un mundo de injusticias
y amando a alguna Aldonza hasta elevarla
al alto predio del amor más puro:
pues no hay más noble corazón que aquel
que convierte la realidad en sueño
aunque muera al final de su aventura.
Historia del cautivo - Teatro Expresión
El caballero de la Blanca Luna - Teatro
D. Quijote se consuela leyendo a Garcilaso - Teatro Expresión
Retorno hacia la aldea - Teatro Expresión
Últimas voluntades de Cervantes - Teatro Expresión
---
No hay comentarios:
Publicar un comentario