Voz: Carmen Gimeno
El escrutinio de la biblioteca
“Cansóse el cura de ver más libros, y así, a carga cerrada, quiso que
todos los demás se quemasen”. I, 6
Vivir y condensar las experiencias
en pensamientos, y estos en palabras;
y ordenarle a la pluma que armonice
el saber sentencioso en una página;
y luego componer un libro y darlo
a la imprenta para que quien lo lea
aproveche sentencias, narraciones
o versos, de tal modo
que aprenda la nobleza reflejada
y evite los errores. ¿Nadie
apreciará el esfuerzo del que escribe
incluso un libro inútil,
puesto que aquel que lo escribió no quiso
sino acertar? ¿Y ahora
lanzaremos al fuego esos intentos
de acertar con la pluma?
¿No es mejor permitir que sobrevivan
aunque sea tan solo como ejemplos
de lo que no merece ser escrito?
¿O es mejor la tarea inquisitorial?
Si un hombre escribe un libro y al hacerlo
se convierte en su libro,
quien quema un libro está quemando a un hombre.
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