Dvorak: Canción a la luna
Ante el espejo
Miro ese triste cuerpo: yace
desvencijado, igual que un clavecín
que no recuerda ya su melodía
y sueña con ser otra su canción.
Ya no será pulsado nunca
su teclado, que tanto armonizó
la vida de los otros y la propia:
es un cuerpo arruinado por los sueños.
No sabe detener sus ansias:
en sus ojos aún sigue amaneciendo
la primavera que gozó hace mucho
y la rosa que se ha ido marchitando.
Mira tu triste cuerpo: hoy
es solo carne insatisfecha, muerte
orugando su forma de cadáver,
metamorfosis que se consumó.
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