Mansel: Lux Aeterna
El proyector dibuja en la pantalla un vídeo con las más portentosas
imágenes que los satélites espaciales han enviado a la Tierra.
- He aquí nuestro universo. Existen otros: millones de años luz y
de vidas que no conoceremos porque nuestra existencia es limitada frente a esa
infinitud. Estrellas y galaxias a las que solo podemos llegar mediante el
telescopio. Maravillosos mundos de edades astronómicas, ajenos a nosotros y a
nuestra conciencia. ¿Cuántos os habéis asomado a la noche estrellada para oír
sus misterios, saborear sus colores, sentir que hay algo más allá de nosotros que nos llama
aunque hayamos aprendido a existir como si no existiera esa llamada?
El vídeo que simula ser un planetarium es breve, pero singular y goloso
para los estudiantes:
- ¡Veámoslo otra vez! ¡Me entran ganas de volar!
- ¿Y para cuándo eso de la teletransportación?
- Mi abuelo, que fue marino, dice que cada atardecer sin ver el
mar y cada noche sin contemplar las estrellas equivale a un día
muerto. También dice que El Gran Asfalto y la Emperatriz Televisión nos
han robado el olor de los bosques y la luz de la vida.
- ¡Pues yo no creo que pudiera pasar una noche sin ver la tele!
- Hace cien años nadie la veía...!
- ¡…Y todos se aburrían!
El profesor interviene:
- Os preguntaréis por qué hablamos de algo tan lejano, habiendo
tanto desastre a nuestro alrededor...
- Sí: es verdad que hay que cuidar la Naturaleza, el medio
ambiente, prevenir el futuro... ¿Pero qué pasa con la naturaleza humana y
con el presente? A mi padre se le está pudriendo el hígado y no lo atienden en
los hospitales.
- ¿De verdad no puede encarcelarse a los que roban desde el poder?
- … Me alegra oíros… Que toméis conciencia de cuanto ocurre ya es
una buena prevención. Recordadlo cuando vayáis a votar. Vuestro voto es el
mejor veredicto. Pero no olvidéis que no es posible detener el tiempo y que
vosotros sois la única semilla de otros tiempos mejores. Tenéis que cultivaros
bien. Sois los sujetos de la Historia. Por eso tenemos que continuar.
Y el profesor devuelve a cada alumno su ejercicio, en el que les
pedía que divagasen sobre el mundo tras haber leído unas páginas de Montaigne y Asimov:
- Como veis en las anotaciones, hay que evitar los errores
expresivos. Ángela: de
poco te servirá enguapecerte cuando vayas a una entrevista de trabajo si en cuanto
empieces a hablar te afea tu “discurso”. Para expresarnos bien hay que pensar
bien. Y pensamos con palabras: por eso hay que conocerlas y ordenarlas antes de
hablar. Cada palabra es un rostro del mundo, una ventana por la que mirarlo y
por la que nos miran: y no es más agradable un rostro gesticulante (una frase
mal pronunciada o escrita) que una cara o una ventana limpias. Pedro y Maite: no existen "extraterrestra"
ni "alinígeno"; ni muy cachas ni en cachitos. Y si son telépatas
leerán vuestro pensamiento, un tanto confuso, y preferirán ligar con quienes
mejor se entiendan. Porque el lenguaje cósmico más permanentemente erótico es
la inteligencia y la cultura no pedante.
- Pero profe: ¿es que en otros mundos no se divierten?
- Seguro que sí. Y seguro que descubrieron antes que nosotros la máxima medieval
"Deleitar aprovechando": que aprender, conocer, comprender, imaginar,
ordenar los conceptos, abrazar con la mente cuanto existe... nos capacita para
sentir a los demás como parte de nosotros mismos... y que adueñarse de la
naturaleza al comprenderla es la mayor diversión, el mayor gozo, el
"orgasmo" más pleno: y del que engendraréis no solo placer, sino un
mundo nuevo.