Tchaikowski: Overtura 1812
- Tenéis razón:
lo que han leído Paula y Pedro no son más que números y nombres aislados,
fechas que de poco sirven si no se integran en un todo que ayude a comprender
el paso de los hombres por la Historia y, como consecuencia, contribuya a
prevenir nuestro futuro. El saber sí ocupa lugar: el que desplaza para otros
saberes más significativos. La memoria retiene aquello que le importa.
Relacionemos esas fechas y sepamos si nos interesan hoy:
- Grecia, 480 a. C.; Mar Jónico, 1571
d. C. ¿Qué hubiera sido de Occidente si en Termópilas 300
soldados (cierto que ayudados por otro millar de guerreros no
espartanos) no se hubiesen sacrificado hasta morir bajo las armas de unos
300.000 persas? ¿Y si en Lepanto no se hubiera detenido al imperio turco?
¿Qué aprendizaje podemos extraer de esos dos hechos paralelos en sus
fines? ¿Cuál sería nuestro primer paradigma o icono de la lucha por la
libertad? ¿Seríamos todos hijos de Oriente, de Zarathustra, de Mahoma?
- Palestina, 33 d. C.; Alemania,
1839. ¿Qué hubiese sido de Occidente si aquel generador de historias
llamado Judas hubiera desertado de su destino de
traidor, y el higiénico Pilatos hubiese
condenado a Barrabás?
¿Cómo hubieran sido las vidas de billones de cristianos sin un Cristo al que adorar y por el que
morir, sin circos con fiera y gladiador, sin papas y sin santos, y sin
inquisiciones...? ¿Habría venido igualmente otro Lutero? ¿Se hubiera propagado
de igual modo la liturgia católica si Mendelsohn, a sus 20 años, no
hubiese descubierto a Bach, tras
un siglo de olvido, y glorificado la Pasión
según san Mateo como signo de
culto? ¿Seríamos más dichosos sin el cristianismo eclesiástico?
- Cuenca del Amazonas, 1492.
Cierto que Colón cometió un error de cálculo. Pero quizá llevaríamos
siglos de retraso si no hubiera entrevisto, visionario, el mar como un
camino para llegar a otras tierras. ¿Cuándo habría nacido un Lincoln libertario, por ejemplo?
- Para no
cansaros: La Historia no es un cementerio del pasado, sino una ciudad en
la que viven ejércitos de hombres, mujeres y hechos que nos indican el
camino. Hay que conocer ese camino para aprender de él y no tropezar de
nuevo en la misma piedra. He aquí un ejemplo ejemplar:
- Moscú,
1812; Stalingrado, 1943. Afortunadamente, Hitler, por no conocer la
campaña de Napoleón contra Rusia, cometió el mismo
error de este y sucumbió ante la fría emboscada de la nieve. Si no, ¿sería
nuestro presente un tiempo nazi? ¿No nos enseña este hecho que cada
decisión que tomamos debe ser producto de la meditación y esta se nutre del
conocimiento? ¿Que no hay mejor estrategia que la de la lógica implacable?
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