Beethoven / Liszt / Gould: Sinfonía Pastoral
La poesía -todo arte- es sutileza, insinuación más que dicción abrupta. Puede pensarse que para nada interviene el intelecto: y es todo lo contrario: sobre la sensación, inesperada o buscada, la mente debe trabajar hasta tachar los parásitos que acompañan todo impulso: matizar y tallar el diamante que al fin debe quedar como obra imprescindible.
Ni la ebriedad ni la asepsia verbal. El arte necesita la artesanía del refundidor perfeccionista y la contemplación del visionario.
Sin clarividencia e inteligencia para contenerla no hay arte.
Es hermoso leerte acompañada con el sonido
ResponderEliminarde las teclas de un piano.
Recibe mi cordial saludo
El intelecto. su interiorización, más la intuición, la sensación, esa chispa ardiente que todo lo ilumina, dará a lo que hacemos la sutileza. EL PERFECCIONISTA Y EL VISIONARIO SE DAN LA MANO.
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