Grieg: En la gruta del Monstruo
Cobarde es quien se esconde entre la multitud y dispara contra los que no opinan como él. No da su nombre porque considera que el anonimato es su mejor arma; pero su nombre es Anónimo Cobarde.
Digo esto porque hay algunos -envidiosos, irresponsables, sinrazonadores, intolerantes, fanáticos, vengativos, fantoches ...- que denuncian en Facebook (¡qué habré dicho yo para merecer esto una vez más!) todo cuanto no encaja entre sus anteojeras y, por lo tanto, creen que va a contaminar el mundo. Cualquier matiz o apreciación sobre esto o aquello los enajena y ametrallan a su autor. No saben que son ellos los contaminadores de la inercia mental; no saben que el mundo lo hace el individuo, no la gente: el pensamiento actualizador, no la alienación; el individuo valiente, con su sensata disconformidad, que le lleva a mejorar las ideas y los actos. Copérnico o Lutero frente a la Iglesia y la Inquisición, por ejemplo.
Esos autistas del fanatismo deberían saber que la libertad -la responsabilidad- de opinión es superior a la persecución de todo cuanto no se amolda a su criterio.
Pero no: en vez de abrir sus ojos pretenden arrancarle la lengua a quienes razonan. En fin: no saben los ciegos cuánta luz se pierden; pero los tuertos de espíritu prefieren la penumbra: su necedad perenne.
QUE BIEN ELEGIDA LA MÚSICA Y LA ANIMACIÓN QUE LA ACOMPAÑA, PARA LA ENTRADA DE HOY. LOS ANÓNIMOS, NO SON NADIE.
ResponderEliminarestupenda musica para la entrada de hoy.
ResponderEliminarbuena musica.
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