Borodin: Nocturno
Huyeron. Tanto se amaban que temieron perder aquel amor y huyeron, se alejaron, adelantaron el dolor de la pérdida que temían sufrir. Se habían amado como pocos han sentido el amor: con transfiguración de uno en el otro.
Pero huyeron. De repente un arrebato convirtió en ceniza tanto esfuerzo y belleza. Corrieron hacia todas partes menos hacia el norte de donde debían. Y allí quedaron, sin la dulzura que sentían al abrazarse y con la amargura de la cobardía que se infligían a sí mismos y al otro.
Pero huyeron. De repente un arrebato convirtió en ceniza tanto esfuerzo y belleza. Corrieron hacia todas partes menos hacia el norte de donde debían. Y allí quedaron, sin la dulzura que sentían al abrazarse y con la amargura de la cobardía que se infligían a sí mismos y al otro.
Suele ocurrir: quien teme fracasar anticipa su fracaso, provoca su derrota.
Y PENSÉ QUE NO ERA POSIBLE, QUE A MÍ, ME OCURRIERA TANTA DICHA, SE ME VINO ENCIMA LO QUE TANTO YO QUERÍA, Y ME ASUSTE.
ResponderEliminarVENCER EL TEMOR ES LA MAYOR VALENTÍA.
JUAN SIN MIEDO.