Dicen que Carlos Valverde,
que ladra pero no muerde,
suele mandar "a la mérde"
cuando la paciencia pierde;
y es que está Carlos Valverde
- verde que te quiero- verde
en esto de la poesía
y en lo de la Asesoría.
El tal Carlitos Valverde
-que está verde, pero verde-,
rodeado está de “mérde”,
pues al darla no la pierde;
y, como ladra, la muerde
y come su propia “mérde”,
enmierdando su poesía
y la de Pura Poesía.
Ay triste Carlos Valverde,
gran vate lleno de “mérde”
que una vez y otra vez muerde
el mierdismo en que se pierde,
pues riman “mérde” y Valverde
y por eso está tan verde
en esto de la poesía
y en lo de la
Asesoría.
Anónimo Valvérdico