Vivaldi
I
Toda la Historia del Arte puede resumirse con el título de una serie de conciertos de Vivaldi, cuyos cuatro primeros conocemos como "Las cuatro estaciones": Il cimento dell` armonia e dell` invenzione (La lucha entre la armonía y la invención), o, lo que es equivalente: el enfrentamiento entre tradición y vanguardia. Esa lucha y la búsqueda de un nuevo equilibrio -la inserción de la vanguardia en la tradición- es la constante en música, pintura, literatura... y el pensamiento mismo.
Pocos homenajes y descripciones de la Primavera como la que dedica Vivaldi en el primero de esos conciertos, inspirado, como los otros, en uno de los cuatro sonetos que -se dice- él mismo escribió (lo cual demuestra que hizo bien en dedicarse a la música y no a la poesía). Helos aquímente: *
II
Compárese la clásica visión descriptivista de Vivaldi con la ritual y ancestrícola del clásico del siglo XX "La consagración de la primavera" -esa destructora de tímpanos académicos, que sentirían muchos-, en la que Strawinski descompuso el idioma musical al año siguiente (1913) de ser vapuleado por el público:
Strawisnki: La consagración de la primavera
(*)
Este es el soneto -¿vivaldiano, anónimo?- en el que se inspiró Vivaldi para su composición:
LA PRIMAVERA
Llegó la primavera y de contento
las aves la saludan con su canto,
y las fuentes al son del blanco viento
con dulce murmurar fluyen en tanto.
El aire cubren con su negro manto
truenos, rayos, heraldos de su adviento,
y acallándolos luego, aves sin cuento
tornan de nuevo a su canoro encanto.
Y así sobre el florido ameno prado
entre plantas y fronda murmurante
el pastor duerme con su perro al lado.
De pastoral zampoña al son chispeante
danzan ninfa y pastor bajo el techado
de primavera al irrumpir brillante.
......................
También dicen otros:
Ya alegra la campiña la fresca primavera,
escribe Iriarte.
Podrán cortar todas las flores, pero no detendrán la primavera.
quiere creer Pablo Neruda.
La primavera ha venido
nadie sabe como ha sido,
nadie sabe como ha sido,
Escribe A. Machado.
Porque la primavera es como un milagroso alterego del paraíso perdido y recuperado -que diría Milton-, puesto que reverbera cada año.
Por eso el corazón melancólico lo busca para rejuvenecer sus esperanzas, como el mismo Machado dice:
Mi corazón espera
otro milagro de la primavera.
otro milagro de la primavera.
Aunque acabe derrotado y concluya:
La primavera ha venido
y se ha ido.
Las raíces del alma se alimentan de las semillas que nos sembraron en la infancia. Y ahí es donde hay que evitar destructivos inviernos, otoños y veranos. Nada pueden los versos contra ellos, aunque a veces mitiguen sus catástrofes. Mucho logran los padres, la educación y la amistad.
Reubicar 26-3-21
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