Diálogo de muchos
- El único sentido que tiene la existencia es el de mejorar la vida de los otros.
- Esa es la conclusión de quien ha pasado su vida buscándolo para paliar su existencialismo al no encontrarlo.
- Unos lo consiguen desde la medicina, otros... desde... (y quien solo tiene palabras buscándole un himno a la elegía).
- Esa solidaridad es la misión del político.
- Y sin embargo no la cumple porque quiere imponerla sin atender a las causas para eliminarlas.
- Es decir:
- Tenemos un impulso genético y social hacia la consecución de nuestros sueños.
- Ese impulso nos crea ansiedad por conseguir el bienestar y miedo a no lograrlo.
- Lo cual genera prisa: no pensamos ni actuamos con serenidad.
- En vez de dialogar, disputamos; en vez de oír, imponemos nuestra voz. Descalificamos, insultamos.
- Esa es la conclusión de quien ha pasado su vida buscándolo para paliar su existencialismo al no encontrarlo.
- Unos lo consiguen desde la medicina, otros... desde... (y quien solo tiene palabras buscándole un himno a la elegía).
- Esa solidaridad es la misión del político.
- Y sin embargo no la cumple porque quiere imponerla sin atender a las causas para eliminarlas.
- Es decir:
- Tenemos un impulso genético y social hacia la consecución de nuestros sueños.
- Ese impulso nos crea ansiedad por conseguir el bienestar y miedo a no lograrlo.
- Lo cual genera prisa: no pensamos ni actuamos con serenidad.
- En vez de dialogar, disputamos; en vez de oír, imponemos nuestra voz. Descalificamos, insultamos.
- En lugar de hermanarnos, nos enemistamos.
- Convertimos la paz buscada en una guerra encontrada.
- Convertimos la paz buscada en una guerra encontrada.
- No hay más que observar los debates: gritos, interrupciones...
- El ciudadano se contagia de sus representantes sociales y en lugar de Concordia -en el parlamento, la televisión...- halla zafarranchos de combate.
- Quienes aconsejan serenidad lo hacen desde la misma violencia interior que pretenden sanar...
- Se imponen la intolerancia y la descalificación...
- Ya lo dijeron Hugo y Unamuno: vencerán pero no convencerán.
- No hay panacea... solo prédicas en el desierto.
- El ciudadano se contagia de sus representantes sociales y en lugar de Concordia -en el parlamento, la televisión...- halla zafarranchos de combate.
- Quienes aconsejan serenidad lo hacen desde la misma violencia interior que pretenden sanar...
- Se imponen la intolerancia y la descalificación...
- Ya lo dijeron Hugo y Unamuno: vencerán pero no convencerán.
- No hay panacea... solo prédicas en el desierto.
- Etcétera...
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