"Querer y no poder", "como no tienes abuela te ensalzas a ti mismo" ... son algunas expresiones que se utilizan para señalar a los autoensalzadores que presumen de lo que no tienen. Estos mazurcos quieren sobresalir incluso inventándose méritos y destruyendo los ajenos, y cometen sandeces extremas para ello. Ejemplo es el de aquel griego que, no teniendo virtudes por las que ser admirado y famoso, recurrió a la destrucción del templo de Artemisa, archifamoso y admirado entonces, para que su nombre, asociado a la extrema Maravilla, fuese también inolvidable.
Eso les ocurre también a los políticos: destrozan cuanto tocan por amor al poder: el miedo a no ser tenidos en cuenta.
Olvidan, políticos y Eróstratos, la frase de Wellington cuando se le piropeó por haber vencido a Napoleón en Waterloo: "él será recordado por sí mismo; yo solo soy una circunstancia en su grandeza". Sabía que podían gritarle lo que a Napoleón cuando era niño y pretendía conquistar niñas como luego imperios:
Napoleone di mezza calzetta
fa l´ amore a Giacominetta
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