y escuchando mi voz jacarandeada:
Si el clamor de la vida y la alegría
tuviesen una efigie y un sonido
las llamaría con tu nombre: el aire
que se convierte en agua, en fuego, en tierra,
en el origen de las certidumbres:
tú vienes de la nada, yo a ella voy;
¿por qué, si yo fui tú, tú no eres yo?
Veneno es la nostalgia de las ruinas.
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