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martes, 21 de agosto de 2018

La palabra elocuente.


Marcello: Adagio oboe

Si tomamos un texto y tachamos cuanto no importa por coyuntural o seudoliterario quedará reducido a unas pocas palabras elocuentes que siguen descubriendo, consolando, abriendo ojos, troquelando emociones, tejiendo pensamientos. 
¿No es posible que el autor se autoimponga ese ejercicio? 
Cuántos poetas ganarían si publicasen poemas y no libros.




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