Bizet: El amor es un pájaro rebelde
Vivían en un jardín que parecía un paraíso; hasta entonces nadie había sido tan feliz como ellos. Un día empezaron a no estar de acuerdo en el porqué de que, sin haber hecho nada, más que ser naturales, fueran tan felices. Y en el murmullo de la conversación dijo Adán a Eva -y Eva le dijo a Adán-:
- No piensas como yo; luego no me quieres.
- Me dices que me amas, pero me tratas como si me odiases.
- Me quieres tanto que me amenazas con abandonarme, en vez de hacer nuestra compañía más dichosa.
Siguieron, así, diciéndose inteligencias de semejante sandez, disputando. Hasta que, uno detrás del otro, hubieron de abandonar aquel edén sin admitir que el ángel flamígero era cada uno de ellos.
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