Pepe Gimeno: Sin Título, 2012
¿Qué efigie, qué metáfora, qué sierpe
repta por los senderos del pincel
para encontrar como su identidad
el innombrable nombre de los nombres
y la forma señera de las formas?
Mueren los arcoíris, se adelgazan
las reverberaciones del color.
Azul o rojo, el universo es magma
bullendo en una amniosis de misterios,
generando, espermando, inmaculando
el corazón innúmero del hombre
y los desciframientos del Enigma.
Geometrías del alma se diluyen
en busca de una forma que sea el rostro
del arte, de la vida: de la luz.
Pulsa el ojo visiones en la sombra
y azumbra manantiales en el cuadro
hasta que escancia solamente esencias.
Dichoso aquel que acendra en él su espíritu
pulsando el logaritmo de la carne.
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Boucher: Descanso en la batalla de pensar
Munch: El horror
El Bosco: La fúnebre armonía
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Francisco Calvo: El sueño de la razón
Rembrandt: El fulgor de las sombras
Pintura y fotografía
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Dolores Balsalobre: El bosque petrificado
Marc: Galope hacia la búsqueda
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Velázquez, Goya: La belleza del cuerpo
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Rodin: El beso
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La rosa inmarchitable