Nada nos envejece tanto como pensar que envejecemos. Y nada nos mata tanto como considerar continuamente que hemos de morir.
La vejez y la muerte no son derrotas del hombre, sino inútiles o enigmáticas victorias de la inexorable biología.
La vejez y la muerte no son derrotas del hombre, sino inútiles o enigmáticas victorias de la inexorable biología.