Bach: El arte de la fuga
Welista: Despojamiento lacónico
300.- Todo autor, en mayor o menor medida, no hace sino autobiografiarse síquicamente en su obra.
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301.- Estamos indefensos ante la muerte, pero más aún ante el dolor de sabernos mortales. Ese es el crimen que la vida comete contra los hombres.
Y no hay Dios que pueda contra esa impunidad.
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302.- Si no cantas hoy porque temes llorar mañana, empezarás a morir antes de que amanezca.
La alegría consiste en convertir las lágrimas en canto.
Lo demás es euforia genética.
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303.- Solo cuando dejas de gozar el enamoramiento estás en condiciones de amar. Enamorarse es inventar al otro; amar, reconocerlo como ser real y digno.
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304.- Da cuanto esperas que te den y serás el más rico de todos.
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305.- Si te esfuerzas en hacer feliz el instante, el tiempo parecerá solo un instante.
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306 .- Todas las historias de amor empiezan y terminan. Lo importante es que no las mate uno de los que se aman.
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307.- Es falso que no se pueda convivir hasta la muerte. Lo que es cierto es que nadie puede vivir con otro si antes no ha aprendido a vivir consigo mismo.
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308.- Si temes desengañarte, no sueñes.
Si quieres seguir viviendo, sueña a pesar de todos los desengaños.
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309.-Todos somos argonautas del corazón.
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310.- La muerte es la medida de todas las cosas.
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311.- La vida es un desierto lleno -a veces- de oasis.
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312.- Nacer es empezar a buscarle un significado a la existencia.***
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314.- El mundo está lleno de cosas buenas. Entre ellas no está la justicia.
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315.- El mundo no es sino lo que nosotros hacemos de él. Y nosotros no somos más que lo que hacemos de nosotros mismos.
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316.- La Iglesia ha transformado en padres de su propio infierno a quienes quisieron convertir en hijos del cielo.
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317.- El mundo es una gran decepción llena de pequeños mundos que decepcionan una y otra vez.
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318.- Cuando el hombre se queda solo demasiado tiempo consigo mismo no se soporta; no estamos preparados para convivir con nuestro propio yo y huimos hacia los demás, que son tan frágiles como nosotros.***
319.- Quien quiera reconocer la majestad interior del ser humano debe acudir al universo del arte, tan poblado de estrellas pictóricas, musicales y literarias como el firmamento que ya tampoco contemplamos.
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320.- Triste es reconocerlo; pero la misantropía es el fruto que con mayor abundancia produce la sociedad.
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321.- No se ama a los hijos solo porque la naturaleza así lo dispone; ni se les llora porque sea antinatural que mueran antes que sus padres. Los amamos y lloramos porque, además, con ellos tenemos todas las razones para seguir luchando y, sin ellos, ninguna. ***
322.- Vivir es construir para nosotros y quienes nos sucedan.
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323.- El amor es el imán más poderoso.
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324.- La muchedumbre quiere devorar todo lo que se individualiza. Y, cuando no lo consigue con alguien, lo ejecuta.
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325.- Solo hay dos maneras de hacer las cosas: hacerlas porque es nuestro deber y hacerlas por amor a hacerlas bien. Lo peor de la primera es que sus autores quedan en la impunidad e instalan la irresponsabilidad en el mundo.
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326.- Si somos lo que recordamos ser... somos consecuencia de una masacre síquica.
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326.- Si somos lo que recordamos ser... somos consecuencia de una masacre síquica.
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327.- Lo exacto no es lo que existe fuera de nosotros, sino lo que sentimos. Y por lo tanto, lo que sentimos es lo único que verdaderamente existe.
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328.- Sal de tu corazón, mira el ajeno y palpita con él porque la vida es más que ver vivir.
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329.- ¿Qué es el futuro sino el deseo de que el instante agradable se prolongue?
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330.- Todos hemos temido alguna vez que lo que piensan los demás sobre nosotros contenga más verdad que el propio pensamiento. Pero esa duda nos fortalece si aprovechamos la opinión ajena como una perspectiva para dimensionar mejor la nuestra.
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331.- Nada nos envejece tanto como pensar que envejecemos. Y nada nos mata tanto como considerar continuamente que hemos de morir.
La vejez y la muerte no son derrotas del hombre, sino inútiles o enigmáticas victorias de la inexorable biología.
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331.- La vida no tiene más sentido que el hecho de vivirla. No hay más metafísica, no hay un más allá en este más acá de ahora.
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332.- Aceptar la prosaica realidad cotidiana no es sufrir una desfascinación del paraíso prometido, sino una toma de conciencia del mundo.
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330.- Todos hemos temido alguna vez que lo que piensan los demás sobre nosotros contenga más verdad que el propio pensamiento. Pero esa duda nos fortalece si aprovechamos la opinión ajena como una perspectiva para dimensionar mejor la nuestra.
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331.- Nada nos envejece tanto como pensar que envejecemos. Y nada nos mata tanto como considerar continuamente que hemos de morir.
La vejez y la muerte no son derrotas del hombre, sino inútiles o enigmáticas victorias de la inexorable biología.
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331.- La vida no tiene más sentido que el hecho de vivirla. No hay más metafísica, no hay un más allá en este más acá de ahora.
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332.- Aceptar la prosaica realidad cotidiana no es sufrir una desfascinación del paraíso prometido, sino una toma de conciencia del mundo.
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