Visitas

Seguidores

martes, 24 de julio de 2012

Un poema de M. Ángeles Pérez López (Antología, LXXXVI)


Debussy: Claro de luna


La mujer inventa el mundo y es azul.
Parece cotidiano en su simpleza,
su límpida canción de los objetos
en la materia sola y reservada
con que se inicia el tiempo y el ritual
del té que abre su aroma en los pesares
y cancela la historia, los rigores,
los campamentos rojos de la ira.

La mujer inventa el mundo y es azul.
El cruel temperamento del granito
desarma sus moluscos, los espejos
de la roca que se hace maleable
y vuelve migazón las convicciones,
tobillo tan flexible como el agua
que rota sobre sí su levedad.
Y el azul no es del boli de la infancia,
del bic y su costumbre en el oído
sino la sangre entera y persistente
que cosió las alfombras, los pañuelos,
las melfas, las zozobras y caftanes
con flores que olvidaron el cobalto
en su estallido azul contra la muerte;
la misma sangre firme que circula
como un cordón por cosas y personas
atándolas al viento y sus finezas.
Cortesías de apego y de intemperie.


                            © M. Ángeles Pérez López

Dalí: Dafne