Visitas

Seguidores

lunes, 2 de julio de 2012

Un poema de Francisco Caro (Antología, LXXXIII)

Salieri: Sinfonía Veneciana

Bosque


Las desgajadas, secas.
El hombre mira
bien que estén secas.
El haz crece, su brazo. Sólo busca
calor y las recoge. No todas,
él las prefiere
primero débiles,
han de
      prender la lumbre, el temblor
de la llama que inicie, bien lo sabe
luego, las recias.
Su cuidado procura, cada noche,
sostén al fuego. Aún
ignora si las brasas
que pudieran salvarle
llegarán. Al final, cuando los hielos fuertes,
con los odios más fuertes.
Con paciencia recoge
-igual que hiciera ayer,
lo mismo que mañana- como si fueran leña
palabras en el bosque. Tiene frío y está
despidiendo la vida.
                         © Francisco Caro