Borodin: Nocturno
Cuando los sentidos se embriagan de un suave sentimiento que dilata los ojos, endulza el corazón y lo acelera, aguza nuestro oído y nuestro ingenio, nos atersa la piel o nos la eriza, la voz se hace silencio o casi late en un constante palpitar de los labios inquietos, la boca sabe a besos y sonrisas, la alquimia del cerebro festeja nuestra mente y el mundo es otro mundo que los demás no ven: Entonces, el amor.
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