Moteverdi: Si dolce il tormento...
Huyendo del amor
No quise enamorarme de ti, Amada,
porque es triste querer sin ser querido;
pero tan pronto te hube conocido
quedó mi alma a la tuya encadenada.
porque es triste querer sin ser querido;
pero tan pronto te hube conocido
quedó mi alma a la tuya encadenada.
Como una voluntad desorientada
vive mi corazón, triste y herido,
sin propia identidad, y sin sentido,
con su sangre en dolor transfigurada.
Dejar, pues, de quererte es lo que intento,
que sin causa no habrá ya consecuencia,
y amada que no ama es desamada.
Razonable es sin duda el argumento.
Pero de poco sirve esa conciencia;
porque en amor no hay razonable nada.
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