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sábado, 15 de junio de 2024

Teístas y ateístas


Ligeti: Atmósferas

Una cosa es creer que hay un Principio regidor de todo y del Todo.  Y otra aceptar que ese principio es un Dios ético legislador del mal y el bien, premiador y castigador de cumplidores e incumplidores, teístas y ateístas. Eso es oponer el "cielo" a la "tierra".

Por lo pronto, todo principio exige un previo principio, no una Nada hacedora del Todo -que sería igualmente un comienzo necesitado de otro....- ¿Qué es un principio que precisa otro desde el que sucederse sino un fragmento de la Sucesividad? ¿Y qué es esta sucesividad sino una infinitud sin origen ni fin, la interdependencia y ubicuidad del fue-es-será, la simultánea existencia de pasado-presente-futuro, que coexisten ayer, hoy y mañana y, por lo tanto no son estrictamente ninguno -de los tres- puesto que son el mismo, una identidad con tres identidades indiferenciadas? Solo podemos aceptar que todo tiene un principio cuyas "leyes" -tal vez leyes sin normas- no comprendemos porque nuestra mente no alcanza esa dimensión o no es sensible a ella.

Nada de como necesito un principio, lo invento porque hay un dios incomprensible pero que nos descifrará sus renglones torcidos. Nada del pienso luego existo. Es preciso un yo primigenio que perciba el "pienso" y deduzca desde él. ¿Primero el huevo y la gallina a la vez, el asno y el carro... ? Pero decir "primero" -o "último"- es impostar esa lógica irracional... ¿No parece lógico que nuestra "lógica" sea solamente nuestra?


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