Romance del prisionero
Es fácil estos días recordar y comprender a través del "Romance del prisionero" a todos cuantos se ven privados de la libertad, que es, según Don Quijote, el más preciado de los dones... El prisionero, como cada uno de nosotros, ve posarse en su ventana la luz que no puede llevarle la libertad que anhela.
"Este mundo de cadenas me es ajeno"... dice Miguel Hernández. Se refiere a que nadie puede robarle la libertad interior. Pero el autoencarcelamiento previsorio de estos días es real y pegado a la piel, no metafísico.
Tal vez el lector se olvide de su propio encarcelamiento leyendo "El misterio del cuarto amarillo", la novela de Gaston Leroux en la que el detective Rouletabille, paralelo a Dupin y Sherlock Holmes, resuelve el misterio: cómo se logra salir de una habitación de la que -aparentemente- no se puede salir.
Versión peliculera:
Audio con voz internética:
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