Ligety: Requiem
Vino a sumarse a mi íntima rebelión adolescente -la de que hay que "matar" a todo padre para hilvanar libremente nuestro propio criterio- el encuentro con Vida de Jesús, de Renán; y allí había suficientes apoyaturas como para dar por válido mi desenmascaramiento de que los dioses no eran más que hombres disfrazados de la eternidad que les concede la leyenda: nuestra necesidad de que existan.
Tras esa heterodoxia, inmediatamente me tropecé con otro libro heterodoxo y despertador de mentes ávidas de descreer para creer solo en las probables posibilidades de la lógica, por muy autodestructivas que fueran. El retorno de los brujos, de Pauwells y Bergier, era un extenso catálogo de descreimientos de lo establecido, y abría otras ventanas para mirar el mundo y la existencia, tratando de comprenderlos sin hipocresía ni adulterios de la realidad, sin desechar lo oculto ni los ocultismos.
Lo recuerdo con un placer añadido: fue mi primer contacto con algunos cuentos de ficción científica que se insertaban en sus páginas de vez en cuando: El Aleph, Cacharro y Los nueve mil millones de nombres de Dios (Borges, Bradbury, Clarke), si no recuerdo mal...
Aquí abajo puede descargarse el libro y saber, en cuatro minutos, su gestación:
Sobre El retorno...
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