¿Quieres vivir o entender la vida?
Si quieres, primero, entender la vida tendrás que intentarlo antes de seguir viviendo: retirarte a una isla y dejar que los demás vivan mientras tú analizas tus experiencias y esperas la de la muerte.
Si lo que quieres es vivirla, deberás, antes de nada, entender que aceptar que hay cosas incomprensibles ya es comprender.
Entonces podrás dedicarte a sentir y no solo a pensar en lo que ya no sientes más que en el recuerdo.
Entonces podrás dedicarte a sentir y no solo a pensar en lo que ya no sientes más que en el recuerdo.
¿Aunque de qué te servirá entender si no podrás aplicarte a ti mismo lo que entiendas ni conseguirás transmitir tu entendimiento porque cada uno solo sigue su propio consejo?
Mejor es sentir y pensar, pensar y sentir, simultáneamente: impedir que la teoría suplante la práctica y que la práctica determine totalmente la teoría.
Pero durante la primera mitad de nuestra existencia nos desboca la pasión, y durante la otra nos controla la razón.