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domingo, 30 de noviembre de 2014

Poemas, y no libros

Strawinski: Apolo y las musas

Cuánto ganarían muchos poetas si publicasen solo poemas en vez de libros. Pero la ambición nos pierde y creemos que incluso la ganga es oro. (Y que croar con la pluma es crear con la mente).
Muchos presumen de ser autores de docenas de títulos. Pero un libro debe ser la conclusión de una vida, o una etapa de la vida, un filtro de los muchos libros que pudieron escribirse o que se manuscribieron solo como borradores del definitivo: el resultado de un aprendizaje de la vida y del arte. Eso, y no otra cosa, es una antología o unas "páginas escogidas": una expurgación, una reducción de la verborrea a lo esencial. 
Se lee un libro para aprender de él; se escribe un libro para actualizar lo aprendido y donarlo como en una carrera de relevos. 
Cuántos libros hay que leer, y cuánto que vivir, para escribir uno solo que no desmerezca de la dignidad del buen decir.
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