Dalí: Rosa meditativa
Cantero: Fragmentos para O.
Eduardo Lastres
No
volverás a contemplar la rosa
en
todo su esplendor
como
puedes mirarla en este instante,
ni
gozar de su aroma, o cómo
encarna
la belleza y lozanía
de
la existencia. No podrás
creer que cualquier rosa es esta rosa
para
darle un consuelo
a
la mortalidad, que deja solas
a
las criaturas en un mundo airado.
Pero
yo tengo en ti
unidos
los jardines
del
cielo y de la tierra, condensados
la
hermosura del tiempo y la memoria,
fundidos
el recuerdo y el anhelo.
Tú
eres la rosa de la vida,
tú
me
entregaste tus pétalos y sigues
perfumando
mi corazón; y cuando
el
ámbar de tu piel se seque
marchito
por los años, yo
te
abrazaré y seguiré viendo
en
ti la misma rosa.