Ana María Drack: Te doy una canción
Ayer,
frente al Eslava,
vimos amanecer
entre el mármol gastado
de las mesas de época
y la barra de zinc,
mientras fuera el rocío
goteaba de amor
y el orujo mataba el gusanillo
de otro insomnio
perdido entre claveles
y un alfiler, de negro
y cabezudo cristal,
sujetaba los velos
de las madrugadoras beatas
del Arenal dormido
y el chocolate ardía
como el deseo amargo
de regresar al lecho
de rosas y de jíbaros,
que esperaban perplejos
mezclándose con frases
de cabezas cortadas
que sólo fueron frases,
como aquellas promesas.
Ana María Drack
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