Voz: Ada Soriano
Facsímil de oración
Qué esfuerzo el de los hombres por hallar
la exactitud de lo que sienten, piensan
y legan a otros hombres
mediante la escritura, la pintura o la música.
Y qué triste observar que el mundo avanza
hacia el total olvido del decir
y pronto los creadores de la Historia
serán fantasmas que jamás vivieron.
Pero si yo tuviera el don de la palabra
idónea y transparente,
aunque fuera a olvidarse, te diría
cuánta belleza siento porque existes,
porque tu corazón despierta el mío,
porque tus ojos son mi nuevo mundo
y porque todo existe desde ti.
Te diría:
Ojos claros, serenos, si de un dulce
resplandor abducís a quien os ama,
amadme locamente, siempremente,
para que sienta cielos y no infiernos
de este tiempo vencido por la lepra.
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