Voz: J. L. Zerón
El anagrama del dolor eterno
Miro la oscura noche, cómo eleva
su densidad de muerte hacia la vida:
el universo teje su estrategia
de inexorable laberinto, y todo
aboca al fin de realidad y sueño.
Qué eternidad tan presentida acaba
siendo solo una brizna de ansiedad
en el tropel del corazón. Diluye
la armonía su perfección en caos
y no hay más luz que la de los anhelos
en la trinchera de las utopías.
Cómo los sufrimientos se congregan
en tercas agonías insondables.
Y cómo las aristas de la muerte
escriben en mi pecho
con pedernal de estrellas:
¿De qué dolor eterno yo soy el anagrama?
..................
El dédalo insondable
En los campos las aves esperan su crepúsculo
y el ruiseñor entona su aflicción.
Pronto vendrán los cuervos de la noche.
¿Qué muladar de tronos o yacijas
prolongará sus sierpes y gorgonas?
El hombre es una errata incorregible
en el libro del mundo, y este es solo
ruinas alzadas sobre el esplendor.
¿Qué nuevo Homero cantará este siglo?
Cualquier céfiro émulo del látigo
golpeará los latidos de dos cuerpos amándose.
¿Dónde estarán las músicas de Orfeo,
el feliz pentagrama donde el violín se inmola
y la mágica orquesta construye un universo?
No hay comentarios:
Publicar un comentario