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martes, 24 de enero de 2017

Nuestro único demiurgo



Mussorgki: Una noche en el Monte Pelado


Solo “conozco” dos modos de libertad: el suicidio y la escritura.      Hay que descartar el suicidio porque supone la aceptación de la impotencia, la afasia, la derrota. La escritura implica la irrenunciabilidad a las utopías realizables, la crítica a quienes las obstaculizan. 
     La escritura es, por tanto, la única forma de plena libertad que existe. 
     La vida “propia” suele ser una escritura que dictan más los otros que uno mismo: somos lo que nos permiten y nos permitimos ser. En la escritura -en la creación- somos casi nuestro único demiurgo. 
     ¿No escribiremos, pues, tratando de crear fieramente y esforzadamente puesto que nuestra única vida es la escritura?