Guerrero / Cetina: Ojos claros, serenos...
No creas que lo que escuchas es lo que está diciendo el otro: la mayoría de las veces oyes lo que temes que van a decir o lo que te gustaría que dijeran.
Así que no te extrañe que la conversación derive en disputa y que, a pesar de vivir en un mundo de comunicaciones, apenas haya quienes se entienden.
Como no se ve bien más que con el corazón, el corazón emponzoñado es ciego.