El sueño imposible (de El hombre de la Mancha)
¡Todo es tan limpio y sencillo!: soñamos durante décadas sin saber de ese sueño sino que en él hallamos la dicha, El Gran Sosiego.
Sientes que aquellos libros mágicos que leíste cuando eras muy poco más que un niño, y que te transportaban a un breve paraíso, se abrirán de repente y la vida será como el libro feliz del que saldrás para entrar en sus páginas, hechas ahora realidad y pálpito.
Caminas por las calles: y Aldonza es Dulcinea y Alonso es don Quijote: y la noche se llena de estrellas que te llueven el rostro.
Todo se transfigura.
Y se ha cumplido Oniria.
Estás en otro tiempo y otro espacio y no existen la prisa, ni el miedo, ni el furor, en ese ahora en el que existes y que nunca existió: que todo era cadencia y es sigilo. Temes cerrar los ojos por si acaso, al abrirlos, no encuentras el Toboso y todo ha sido el sueño que soñaste soñar que se cumplía.
Todo se transfigura.
Y se ha cumplido Oniria.
Estás en otro tiempo y otro espacio y no existen la prisa, ni el miedo, ni el furor, en ese ahora en el que existes y que nunca existió: que todo era cadencia y es sigilo. Temes cerrar los ojos por si acaso, al abrirlos, no encuentras el Toboso y todo ha sido el sueño que soñaste soñar que se cumplía.
El sueño imposible