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miércoles, 12 de octubre de 2016

Lecturas imprescindibles, 33: Beckett

Becket: Esperando a Godot

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Beckett: Esperando a Godot


En medio de la estepa el hombre sueña con alcanzar edenes mientras sufre infiernos. Ese desierto puede ser el de la desnuda existencia o el de la encrucijada de cualquier camino. El horizonte no se conmueve ante tamañas esperanzas e indefensiones, no se inmuta, en tanto que el caminante aguarda a que el Gigante Que Todo Lo Resuelve ponga en orden su vida y le haga creer en esta. Todo ser humano, en mayor o menor medida, afronta el sinsentido de no hallarle sentido al nacer para morir.
     Así, todos vivimos esperando un Godot, una Divinidad que nos libere del naufragio. Así, en la obra de Samuel Becket. Y así es como nos identificamos con estos personajes, atados a un inmovilismo convertido en bucle existencial.
     Dos marginados (pero todos lo somos de los sueños) esperan que llegue su redención de este mundo en el que todos aguardan un milagro que todos quieren creer y nadie alcanza. Mientras sus vidas fluyen hacia la muerte se sienten condenados a "jugar" a la esperanza y la desesperación para olvidar la crueldad y desolación que les rodea. 
     Una tragedia metafísica que solo podía mostrar la desnudez del teatro del absurdo y cuyo protagonista es la existencia.
     Una de las grandes tragedias de todos los tiempos.
     La gran desolación.